28.8.04

Juegos Olímpicos - El fútbol motivó a los muchachos

Antes del desayuno, lo primero que recibieron los básquetbolistas argentinos fue la
noticia de que sus colegas del fútbol habían ganado la primera medalla de oro para nuestro país en los Juegos Olímpicos de Atenas y tras 52 años de espera en los demás.

"Cuando nos levantamos, ya los muchachos del fútbol habían ganado la final contra Paraguay (1-0). Fue la mejor noticia que he recibido antes del desayuno en mucho tiempo", dijo Ginóbili. "Ese triunfo nos prendió más el ánimo para nuestro compromiso contra Italia", agregó.
"No teníamos un oro en 52 años y en un mismo día lo conseguimos dos veces en dos de los deportes más importantes del mundo. No hay nada que se compare a ganar una medalla con la camiseta de tu país", afirmó Ginóbili.

Fabricio Oberto, quien no pudo disputar la final por una fractura en su mano dijo: "Estaba dispuesto a sufrir cualquier sacrificio físico para ayudar a conseguir esta medalla. Esto es oro, es asombroso".

"Mucha gente todavía no tiene Manu fue elegido como el MVP y el Puma fue seleccionado para el quinteto ideal de los Juegosconfianza en nosotros. Piensan que tenemos que ganar todos los juegos por 20 puntos y eso no es así. Este es un gran grupo y lo seguirá siendo por mucho tiempo", dijo un Hugo Sconochini muy emocionado.
"El sacrificio que hicieron algunos jugadores debería ser reconocido por mucha gente. Todo el mundo batalló a través de los obstáculos para lograr este sueño", dijo el escolta Andrés Nocioni al cerrar con esto una excelente temporada.

Juegos Olímpicos - ARGENTINA ES EL DUEÑO DEL ORO OLÍMPICO

La Selección Argentina de básquetbol culminó los Juegos Olímpicos de la mejor forma. Los doce jugadores trepados al podio de la victoria y con la medalla dorada en sus pechos. Fue un triunfo inobjetable, que pone a éste deporte en su máxima expresión en un día histórico.
Argentina, pese a saltar al parquet de juego sin Fabricio Oberto, partió como el favorito ante una escuadra azzurra que ya se sentía feliz por la medalla de plata, pero que de todas formas buscaba la hazaña.
Dicho favoritismo no le pesó en ningún momento de los 40 minutos de juego al equipo de Rubén Magnano que, fiel a su libreto, volvió a apostar por el juego en equipo rotando sin apresuramientos el balón y buscando la mejor posición para efectuar un lanzamiento. Argentina ya es Campeón Olímpico y los jugadores con Luis Scola y Andrés Nocioni a la cabeza dan rienda suelta a la emoción.
Argentina implementó constantemente cambios en su sistema defensivo. Primero saltó con una marca hombre a hombre y luego varió a defensa zonal. Las modificaciones se realizaron a lo largo del encuentro y tanto cambio complicó las aspiraciones europeas que no supieron descifrar el esquema.
En base a una potente defensa, los subcampeones del mundo partieron en ventaja al inicio del juego. Italia estuvo 2'30'' sin anotar y penó con un pobre 1/8 en tiros de campo. Apresurado, Massimo Bulleri en el armado de juego y un errático Gianluca Basile, Italia se vio abajo 9 a 5 a los 5'.
Luis Scola tomó protagonismo en la pintura. El interno, que mareó y cargó de faltas a sus marcadores, se las ingenió para recibir y anotar cerca de los canastos. "Luisito" aportó 10 puntos en el primer parcial; mientras que Emanuel Ginóbili complicó con sus cortes al canasto y Rubén Wolkowyski comenzó a atacar el aro como no lo había hecho en otras oportunidades.
Dentro de estos parámetros Italia sufrió y mucho. Los europeos no tuvieron control de las acciones y vieron como Argentina se distanció por 7 (21-14). Los benditos triples de la escuadra de Carlo Recalcati aparecieron en las manos de Basile y los europeos recortaron el margen.
El ingreso de Gianmarco Pozzecco modificó el trámite del encuentro. El base, como sucedió en el partido de primera ronda, comenzó a desestabilizar la defensa Argentina mediante cortes al aro. Los albicelestes se recuperaron y depositaron el balón en Ginóbili. El escolta atacó la defensa. Italia perdió balones continuamente y Argentina recuperó la ventaja para estirar a 12 (34-22).
Matteo Soragna despertó de su siesta y con 5 puntos lideró un parcial de 8-1 que alentó el crecimiento de los europeos. Los bombazos de la escuadra azzurra surgieron efecto (6/13 en triples al primer tiempo) y Argentina sintió el golpe. Para peor, los tiros libres bailaban en el aro y le decían que no a la esperanza albiceleste.
Pero en el cierre de la primera mitad apareció Alejandro Montecchia y con una serena conducción y un interesante aporte en ofensiva (6 puntos), Argentina se mantuvo al frente y se fue en ventaja a los vestuarios (43-41).
Italia regresó más firme y más efectiva en sus triples. Emparejó las acciones en 49 a los 21' y pasó a ganar por 54-51 merced a que Soragna y en especial Roberto Rombaldoni complicaron con rompimientos.
Magnano calmó los ánimos con un minuto y Argentina salió a matar o morir. Scola volvió a lastimar en la pintura con 9 puntos para llegar a 21 en su casillero personal, Wolkowyski contagió con garra y un cuarto fenomenal en defensa y en actitud de Andrés Nocioni posibilitaron el regreso al juego de los subcampeones del mundo.
Argentina seleccionó mejor sus lanzamientos (8/11 en dobles en el tercer cuarto) pero no podía festejar desde 6'25'' (0/8 a los 30 minutos). Italia, perdido en ataque, dejó de lado los rompimientos y abusó del triple sin buenos porcentajes (3/10 en el tercer capítulo). Con buenos movimientos de balón y con una defensa de lujo, Argentina llegó al cuarto decisivo con una ventaja de 6 (60-54).
Italia esbozó una mejoría y recortó en el marcador, hasta que en el minuto 32 cayó el primer bombazo albiceleste para aportar aire. El triple calmó a Argentina que de todas formas estaba para más. Los europeos se desconcentraron y cometieron errores.
Scola facturó dos libres de una falta técnica y en la reposición Wolkowyski hundió el balón con una volcada. Emanuel Ginóbili y Alejandro Montecchia desde Bahía Blanca para ser artífices de este enorme logro Argentina se distanció por 9 unidades (68-59) a falta de 7 minutos y el sueño olímpico estaba cerca. Pero todavía faltaban más emociones.
Otros dos triples de Montecchia y un jugadón de Scola llevaron la máxima a 13 (73-60) con solo 4'30'' para la bocina final.
Italia no daba más. Intentó una reacción que no fue posible porque Montecchia (11 puntos en el cuarto final) cerró el partido como un verdadero base de mil batallas. Scola, como sucedió ante Estados Unidos, volcó otra pelota para el delirio del banco. Argentina era Campeón Olímpico. El 84-69 que mostraba el marcador del Olympic Indoor Hall reflejaba la alegría de un equipo que se ganó el cielo.
Cómo para ponerle un lauro más a este enorme logro Emanuel Ginóbili fue seleccionado como el jugador MVP del campeonato y además integra el quinteto ideal junto a otroas dos argentinos, Alejandro Montecchia y Luis Scola.

Argentina (84): Juan Ignacio Sánchez 3, Emanuel Ginóbili 16, Andrés Nocioni 7, Luis Scola 25, Rubén Wolkowyski 13 (FI), Hugo Sconochini 2, Gabriel Fernández 1, Alejandro Montecchia 17, Carlos Delfino 0. Entrenador: Rubén Magnano.

Italia (69): Massimo Bulleri 5, Gianluca Basile 9, Matteo Soragna 12, Denis Marconato 6, Giacomo Galanda 7 (FI), Nikola Radulovic 0, Gianmarco Pozzecco 12, Alex Righetti 3, Rodolfo Rombaldoni 10, Roberto Chiacig 3, Luca Garri 2. Entrenador: Carlo Recalcati.

Parciales: 23-16, 43-41 y 60-54.
Jueces: Lazaro Voreadis (Grecia) y Renato Santos (Brasil).
Estadio: OAKA Olympic Indoor Hall. 14.500 espectadores.

La victoria estaba consumada: los esperaba la gloria de Atenas

Juegos Olímpicos - Un pedazo grande de historia

Puede que los argentinos cerrasen el círculo motivados por la camiseta quetenían enfrente, por el recuerdo de la victoria que acabó con el mito estadounidense en el Mundial 2002, por orgullo -condición inseparable del cuadro albiceleste- o, más fácil, porque había una final olímpica a la vuelta de la esquina y sus hombres entienden lo que eso supone, no solo para ellos, sino para su país, para los rivales y para el deporte.
Una ocasión de museo, una cita con la eternidad. Argentina olió la gloriaantes de salir a calentar. Cincuenta y dos años antes, en Helsinki'52,acarició la posibilidad de acceder al olimpo. Uruguay la abortó. Esta vez, había una valla electrificada, repleta de alambre de espinos, de trampas, de subterfugios. Esta vez, el rival representaba tantas cosas, tantasdificultades, que juega protegido por barras y estrellas.Pero Argentina destila testosterona, amor propio y, algo imprescindible: baloncesto, un baloncesto precioso; de verdad, no de plástico, ni para vender camisetas; para disfrutar, para jugar, para sentir; de respeto, de lucha, auténtico. Un baloncesto olímpico, entero, universal.
Es cierto que la selección estadounidense arropa a algunos jóvenes de esplendoroso futuro y unos cuantos jugadores de presente con jerarquía. Igual de verdadero que, al tiempo, transmite sensaciones poco amistosas,ligadas a la prepotencia, al desconocimiento más absoluto de la filosofía que, hace más de cien años, inspiró al Barón de Coubertain a difundir por el mundo una idea de igualdad y solidaridad que, hoy día, late con más fuerza que nunca en casi todo el planeta. Los casi 15.000 espectadores que presenciaron la gesta en las gradas del OAKA Indoor Hall, un recinto ligado a partir de ahora a la épica de la canasta para los restos, asistieron a la noche más importante de la historia del baloncesto.
A los americanos ya sólo les queda un recurso para mantener su hegemonía: o competir con los mejores de los mejores -y es probable que también lleven la fecha de caducidad impresa en la camiseta- o admitir que para ganar hay que ser deportistas, jugadores de baloncesto, no'estrellitas' de cartón piedra.
En el 92 creyeron que Michael Jordan, Larry Bird y Magic Johnson tendrían clones por los siglos de los siglos. No. Aquellos jugadores tenían respeto por el juego, vamos, aquellos jugadores han hecho de este juego lo que es. Sus herederos han confundido la excelencia de aquellos genios con los ceros de la cuenta corriente, la luz de los 'flashes' y la arrogancia.
Argentina les ha dado una lección que no olvidarán jamás. Cuando los universitarios cayeron en desgracia por perder en unos Juegos vinieron los más grandes entre los grandes. Después de ellos, después de Ewing, Jordan, Robinson, Stockton y compañía, sólo ha habido una degradación paulatina que un equipo en toda la extensión de la palabra, un grupo de jugadores honestos, comprometidos, leales a su país y a su bandera, los argentinos, han desenmascarado.

27.8.04

Juegos Olímpicos - Repercusiones de una victoria histórica

Qué dijeron los protagonistas

"Lo que sucedió hoy comenzó a gestarse hace mucho tiempo", dijo el entrenador argentino Rubén Magnano tras la victoria. "Tuvimos un sueño y poco a poco lo estamos consiguiendo. Hoy aseguramos nuestra primera medalla y el sábado trataremos de darle el mejor color, el dorado", agregó Magnano.

"Hemos protagonizado uno de los momentos más grandes en la historia del deporte argentino", dijo el centro Luis Scola. "Ahora trataremos de no dejar el trabajo a media como en el 2002 y salir a jugar duro a la cancha para conseguir el oro".

"Siempre estuvimos confiados en que podíamos ganar el juego. Esa fue la clave", dijo Ginóbili sobre la semifinal del viernes.

"Planeamos un equipo y finalmente tuvimos que jugar con otro muy diferente, pero no es el momento de quejarnos, sino de fajarnos a buscar las soluciones al problema" , dijo Larry Brown, el técnico de Estados Unidos.

"Para cualquier jugador norteamericano debe ser un honor ser seleccionado para vestir esta camiseta. Estados Unidos es un país que nos ha dado todo lo necesario para vivir a nosotros y a nuestras familias", dijo Iverson. "Es un privilegio haber representado a Estados Unidos, aunquen no ganara la medalla de oro. Pero no solamente por llevar las letras USA en la camiseta se van a ganar los partidos. Hay que jugar bien", añadió.

"No hay excusas. Todos los jugadores sabíamos el tiempo que tendríamos para
prepararnos. Otros países tienen jugadores de la NBA también"
, sostuvo


Cómo repercutió en el mundo

Los medios más importantes del mundo, incluso los norteamericanos, destacaron el triunfo argentino; elogios a la actuación de Emanuel Ginóbili.
El mundo entero habló en las últimas horas de la gran victoria de la selección argentina de basquetbol sobre el Dream Team de los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos, que le valió al conjunto nacional el pase a la final. A continuación, las repercusiones en algunos medios periodísticos:

USA Today (Estados Unidos): "Los Estados Unidos ya no tienen el basquetbol invencible que supieron tener. Los mejores jugadores pueden estar en la NBA, pero el mejor equipo, en este momento, es la Argentina, liderada por Manu Ginóbili, de San Antonio Spurs".

Agencia EFE (España): "La Argentina destila testosterona, amor propio y algo imprescindible: baloncesto, un baloncesto precioso; de verdad, no de
plástico, ni para vender camisetas; para disfrutar, para jugar, para sentir; de respeto, de lucha, auténtico. Un baloncesto olímpico, entero, universal.
"Jordan, Johnson, Bird, tenían respeto por el juego. Sus herederos confundieron esa excelencia con los ceros de la cuenta corriente, flashes y arrogancia."

La Gazzetta dello Sport (Italia): "Tal fue la pérdida del rumbo que el Dream Team, que no tiene recursos excepcionales, no pudo recomponerse. Ginóbili, Montecchia y Herrmann mantuvieron siempre las cosas en su lugar. Un resultado que desata el delirio de los argentinos y envió al infierno a los norteamericanos".

The New York Times (Estados Unidos): "Un emocionado equipo argentino celebró en la mitad de la cancha, mientras un oprimido conjunto norteamericano se retiraba al vestuario ante la mirada de David Stern, máximo dirigente de la NBA".

Sitio oficial de la Liga ACB (España): "La Argentina acabó con un mito. Ginóbili hizo un partido sobresaliente, llevando a los suyos a una victoria
épica".

Sitio web oficial de la NBA (Estados Unidos): "Gracias a los 29 puntos de Ginóbili, la Argentina luchará por la medalla de oro".

Marca (España): "Un jugador criado en la NBA, como Emanuel Ginóbili, fue el principal artífice de la victoria argentina: anotó 29 puntos y estuvo mejor acompañado que Pau Gasol (jugador español), sobre todo por los «españoles» Nocioni y Herrmann".


Juegos Olímpicos - ¡Hijos Nuestros!... Y a la final

Reviviendo su momento mágico de hace dos años en el mundial de Indianápolis, la Selección Argentina derrotó por 89 a 81 a Estados Unidos y avanzó a la final del básquetbol olímpico, dejando a los estadounidenses fuera de la pelea por la presea de oro por segunda vez en su historia y primera desde que participan con jugadores NBA. Argentina, que hace dos años también venció al conjunto norteamericano propinándole su primera derrota desde que comenzó a utilizar jugadores estelares de su liga, disputará la final el sábado contra Italia quien sorpresivamente se metió en esa instancia.
Mientras los jugadores argentinos bailaban en el centro de la cancha celebrando la nueva victoria, los estadounidenses recibieron un sonoro abucheo del público al irse cabizbajos. Es la primeras vez desde 1988 que Estados Unidos no llega a la final. Estados Unidos ganó todos los torneos de básquetbol masculino con excepción de los de 1972 y 1988. Y arrasó con los tres que se llevaban disputados desde que comenzó a usar jugadores de la NBA. Estados Unidos, que nunca se ha quedado sin medalla, jugará por el bronce el sábado frente a Lituania que al perder frente a los italianos perdi´el invicto y el acceso a la final.
El partido se mantuvo parejo en los primeros minutos, pero un triple de Andrés Nocioni puso a los de Magnano en ventaja 18 a 15, que no perdieron en el resto del cuarto y lo ganaron 26 a 20.
En el segundo período, la defensa norteamericana tuvo enormes problemas para detener a los subcampeones del mundo, que en un momento llegaron a estar liderando por nueve puntos (42-33), faltando 1'42'' en el reloj. Encabezada por Emanuel Ginóbili, Argentina ganó 43 a 38 la primera mitad con un despliegue de básquet digno de un finalista.
Una penetración de Ginóbili acompañada por una falta aumentó la ventaja a 11 puntos (51-40) y una penetración de Fabricio Oberto a 13 (53-40) faltando minuto y medio en el tercer cuarto. Hasta aquí la Argentina defendía a morir todas las bolas y Estados Unidos no conseguía encontrar respuestas. Minutos después, y luego de una enorme reprimenda de Larry Brown en un obligado tiempo muerto solicitado por él, un triple de Shawn Marion logró acercar por cuatro (60-54) a los yanquis, pero Rubén Wolkowyski respondió con un disparo parecido para que Argentina se pusiera adelante 66 a 54, faltando 1'39''. Todo le salía bien a Argentina que ya soññaba con una nueva victoria y Ginóbili rubricaba ese anhelo. El bahiense convirtió una jugada de cuatro puntos, con triple y falta personal, para despegar la ventaja a 13 nuevamente (70-57) cuando terminaba el tercer período.
El Dream Team volvió a cargar el rebote ofensivo con Duncan, pero el interno, de buen trabajo, tuvo que dejar el campo por acumulación de personales a falta de 5 minutos. Argentina respiró y volvió a comenzar.
La salida de Oberto, por un fuerte y preocupante golpe en la mano (posible fractura), parecía hacer tambalear la estantería, pero un triple de Walter Herrmann trajo tranquilidad (80-69).
"Manu" mantuvo la diferencia en 13 puntos con dos lanzamientos libres, faltando 6'50'' para el final. Los norteamericanos de la mano de Marbury, quien sacó del campo a Oberto y Wolkowyski, se cargó con 13 puntos en el último cuarto, al igual que contra Grecia, sepultó las esperanzas del rival con un cuarto de película anotando seis puntos consecutivos que alejaron a Argentina a 10 puntos (85-75) y sellaron la suerte de Estados Unidos.
El "ole, ole" de 15 mil personas, "Pepe" Sánchez revoleando la camiseta, una enorme volcada de Luis Scola para sellar el partido, el estruendo del final, el abrazo interminable de Magnano y los suyos, la euforia de esos jugadores amuchados, pegados a la hinchada argentina, bailando en el centro del rectángulo, la promesa del grupo unido en el punto de salto, el épico reconocimiento de todo el estadio... son flashes
que aparecen una y otra vez y quedarán grabados a fuego en la memoria argentina.
Argentina hizo historia. Superó el cuarto puesto de Helsinki 52, le ganó por segunda vez a un equipo de NBA y como si fuera poco ahora jugará por la medalla dorada.

Argentina 89: Juan Ignacio Sánchez 4, Emanuel Ginóbili 29, Andrés Nocioni 13, Fabricio Oberto 6, Rubén Wolkowyski 3 (FI), Alejandro Montecchia 12 (x), Luis Scola 10, Hugo Sconochini 0, Gabriel Fernández 1, Walter Herrmann 11, Carlos Delfino 0. Entrenador: Rubén Magnano.

Estados Unidos 81: Stephon Marbury 18, Allen Iverson 10, Richard Jefferson 7, Lamar Odom 14, Tim Duncan 10 (x) (FI), Dwyane Wade 2, Carlos Boozer 8,
LeBron James 3, Shawn Marion 9, Amare Stoudemire 0. Entrenador: Larry Brown.

25.8.04

Juegos Olímpicos - Atrás quedó el local y viene el Dream Team

La Selección Argentina venció a Grecia 69 a 64, pasó a las semifinales dónde lo espera el Dream Team y dejó afuera uno de los cucos del torneo no solo por ser el local sino por haber jugado a un nivel muy bajo del que venía realizando.
El subcampeón del mundo tuvo un buen comienzo con los triples de "Pepe" Sánchez, el juego interno de Fabricio Oberto y las penetraciones de Emanuel Ginobili. Grecia lo mantuvo parejo mientras Chatzivrettas metía (2-2 en triples) pero fue perdiendo efectividad y abusando de los lanzamientos de tres. Además se cargó de faltas.
Argentina, con dura defensa a los grandes y un gran trabajo de Oberto en el inicio con ocho puntos, tomó ventajas de 10 (22-12).
Después de un primer cuarto arriba (22-14) en el comienzo del segundo cuarto Grecia aprovechó la clásica sequía argentina sin convertir (más de cuatro minutos) y se puso a sólo uno (22-21). A tres del final pasó por primera vez al frente y terminó la primera etapa ganando 35 a 29.
El parcial del segundo cuarto fue de 23-7 para los locales. El tercer parcial comenzó con otro triple de Chatzivrettas y la máxima ventaja para Grecia (39-29). Argentina cometió tres pérdidas (dos de Sánchez) en igual cantidad de minutos, se cargó de faltas (técnica incluida a Nocioni) y no logró convertir desde el campo por más de cuatro minutos. Bien marcado Ginóbili, la Selección encontró en una ráfaga de Herrmann (6 puntos, 3-4 en dobles) y en algún robo seguido de contraataque, la posibilidad de acercarse a tres.
Pese a las pérdidas en ataque y en los rebotes en defensa, Argentina logró empatar con un triple de Sánchez en los últimos segundos. Después de ir perdiendo por once, cerró el tercero 53 a 53. Con un doble de Luis Scola, Argentina pasó al frente por primera vez desde mediados del segundo cuarto. Herrmann y Montecchia estiraron la ventaja a seis puntos (59-53) y el técnico griego tuvo que pedir minuto.
Una de las claves de la reacción fue presionar y estirar la defensa. La Selección se cargó de faltas (Sánchez y Scola, con cuatro) y los locales comenzaron a ir a la línea.
Perdió efectividad en ataque, se olvidó del juego interior y Grecia siguió en juego ya que se acercó a dos (63-61). Doble de Montecchia, triple de Chatzivrettas y Grecia se puso a un punto (65-64) con 35'' de juego. Scola metió los dos desde la línea (67-64), defendió el tiro de tres y Manu lo definió desde la línea.
El triunfo final de 69 a 64 y le da la posibilidad a Argentina de llegar a semifinales y enfrentar al Dream Team que venció a España por 102 a 93 con una excelente producción de Stephon Madbury con 36 puntos. De ganar jugaría el sábado por una medalla; de lo contrario, el mismo día jugará por la de bronce.