Espacio Social - Así no se hace...
La indignación inunda cientos de almas de la ciudad de Victoria, Partido de San Fernando, quienes no entendemos cómo la idea de cerrar la Sede Deportiva del club que lleva el nombre de la ciudad salga del seno de su propia Comisión Directiva, alejada sentimental y geográficamente de la realidad que representa.
Se trata del Club Náutico Victoria, ubicado en el corazón de la ciudad y hoy maltratado por un grupo de personas, quienes con abstracta autoridad creen tener la solución: darle punto final a tantos años de esfuerzo y dedicación de nuestros abuelos, quienes con claros objetivos elevaron el nombre de la institución e imprimieron el prestigio que hoy posee.
A pesar de largas discusiones que se cruzaron con gente de la Comisión Directiva residente en la Sede Náutica, socios vitalicios y fundadores del club, no se llegó al resultado lógico. Por el contrario, y remarcando como única solución el cierre definitivo de nuestra Sede Social, esta gente que voto con el bolsillo y no con el corazón y el sentimiento popular, le faltó el respeto a las históricas paredes que hoy resguardan la felicidad de nuestros niños.
Hoy, la Sede Deportiva adopta a doscientos cincuenta jóvenes almas que comienzan a forjarse a través de la socialización y la práctica de deportes, entre ellos el básquet, actividad emblema de los últimos años; y a otras más envejecidas, que por décadas y a fuerza de importantes logros nacionales e internacionales convirtieron a la Pelota a Paleta en sinónimo del Club Victoria, entre otras disciplinas.
Estos datos, los cuales sirven únicamente para reflejar la esencia primordial de nuestro lugar hubiesen quedado en la historia si no fuese por la participación de los vecinos y socios, quienes ante la convocatoria lanzada por una comisión de padres y vitalicios, se reunieron masivamente ante varios medios de comunicación para hacerse oír y pedir respeto... y cordura.
Desde todos los ámbitos de la sociedad se oyen voces en pos de la lucha por un lugar de contención para nuestros chicos, con banderas como No a la Droga, No a la Delincuencia y No a la Violencia. De esta manera, y si aquello que se necesita es una formación cultural y deportiva para todos, no podemos aceptar que improbables y débiles excusas, planteadas paradójicamente por socios que debieran bregar por estas causas, nos derrumben la ganas y necesidad de ver crecer a nuestros hijos bajo el manto de una importante institución como lo es el Club Social y de Fomento Victoria ?nombre original antes de su modificación dos años atrás por la misma comisión directiva.
Tanto los socios de la Sede Náutica, como las comisiones que pasaron y las actuales, fueron y serán parte responsable de la situación actual de la Sede, no siendo esta la correcta. La difusión que hubiésemos querido para nuestra institución no es precisamente la que le estamos dando, pero sabemos que de esta manera, y con una prolija reorganización por parte de todos los que queremos que esto se solucione, se retornará a la senda que nuestros abuelos plantearon para la comunidad. Por ellos, por los que hoy estamos y por supuesto, por todos los que vendrán.
Daniel Cimino